jueves, 27 de mayo de 2010

Matices entre los extremos que se unen...

Parece haber mucha gente que lo único que quiere obtener una respuesta, cualquier respuesta, y por eso evita el problema de contar con dos posibilidades simultáneas que se excluyen mutuamente.


“El lenguaje, al igual que el pensamiento, procede del funcionamiento aritmético binario de nuestro cerebro. Clasificamos en si y no, en positivo y negativo (...) Lo único que prueba mi lenguaje es la lentitud de una visión del mundo limitada a lo binario. Esta insuficiencia del lenguaje es evidente, y se la deplora vivamente. ¿Pero qué decir de la insuficiencia de la inteligencia binaria en sí misma? La existencia interna, la esencia de las cosas se le escapa. Puede descubrir que la luz es continua y discontinua a la vez, que la molécula de la bencima establece entre sus seis átomos relaciones dobles y que sin embargo se excluyen mutuamente; lo admite, pero no puede comprenderlo, no puede incorporar a su propia estructura la realidad de las estructuras profundas que examina. Para conseguirlo, debería cambiar de estado, sería necesario que otras máquinas que las usuales se pusieran a funcionar en el cerebro, que el razonamiento binario fuese sustituido por una conciencia analógica que asumiera las formas y asimilara los ritmos inconcebibles de esas estructuras profundas...”

Julio Cortazar, Rayuela

“La sociedad nunca avanza. Retrocede en un sitio con la misma rapidez con que se adelanta en otro. Sufre cambios continuos; es bárbara, civilizada, cristiana, rica, científica; pero... por cualquier cosa que se recibe, algo se paga.” 

Ralph Waldo Emerson, “Self-Realiance” 1841

“Pero, en el momento mismo en que las ciencias físico-matemáticas me acababan de salvar empecé a comprender que no me servían: eran un refugio en el medio de la tormenta, pero nada más (auque nada menos) que eso. No sé si el espíritu de todos o de algunos pocos es así, pero el mío parece regirse por una alternativa entre la luz y las tinieblas, entre el orden y el desorden.”

Ernesto Sábato

“Bajo nuestra conversación de personas de misceláneas lectura y gustos diversos, comprendí que no podíamos entendernos. Éramos demasiados distintos y demasiados parecidos”.

Jorge Luis Borges, “El otro”


No hay comentarios:

Publicar un comentario